"Diversas formas de expresión en el Arte"
EL DESNUDO EN EL ARTE
En la historia del arte, el desnudo es uno de los motivos más antiguos y
variados. Las primeras figuraciones del cuerpo humano desnudo fueron producidas
en el período paleolítico, allí se marca el principio de toda la creación
artística.
En la Edad de Piedra se habían elaborado pequeñas esculturas representando
símbolos de fertilidad.
Al pintar un cuadro o dibujar un desnudo, el espectador, en todas las épocas,
contempla esa desnudez y la relaciona con circunstancias sociales e ideológicas,
dependiendo de las enseñanzas que haya recibido.
El aspecto subjetivo de la desnudez no es el mismo en todos los pueblos y
culturas. En muchas épocas el cuerpo humano desnudo no fue bien visto, dado que
en general se lo asociaba a la sexualidad.
En algunas culturas, el cuerpo humano desnudo puede ser un símbolo de
vulnerabilidad o de humillación; en otras, como en tribus indígenas del Amazonas
y de África, la desnudez es culto y símbolo de des-posesión material, inclusive
sus propias ropas.
El cuerpo fue uno de los primeros soportes de la pintura en los primitivos y su
piel quedaba mucho más atractiva, o mucho más temible, si la cubrían con
símbolos y pigmentos.
El concepto de estar desnudo no es el mismo en todos los pueblos y culturas,
cada uno de ellos determina el aspecto subjetivo y moral de la desnudez, siendo
el espectador quien finalmente decide qué tipo de desnudez es, dependiendo de su
formación y contexto histórico en el que se encuentre, ya sea en películas, en
teatro, o televisión.
La desnudez siempre tiene un significado ambivalente; muchas veces se
representan figuras de niños o angelitos como símbolos de pureza e inocencia;
otras, se representan adultos desnudos y para que no sea tan chocante se suelen
cubrir las partes íntimas con velos o flores. De lo contrario pueden tener una
carga erótica o sexual, de lujuria y vanidad
Nunca podremos llegar a ser indiferentes ante el cuerpo totalmente desnudo, lo
que cada uno siente marca la pauta de su forma de su personalidad. © 2014
Susana Weingast
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