"Diversas formas de expresión en el Arte"
“El estadío del espejo”
Las investigaciones antropológicas y psicológicas experimentales de los años
1970 y 80 habían demostrado que reconocerse en el espejo era una característica
específicamente humana: “La prueba del espejo” demostraba que a la mayoría de
los animales no les llama en absoluto la atención su imagen en el espejo,
excepto algunas especies muy desarrolladas, como monos o chimpancés.
“El estadío del espejo” es un concepto de la
teoría del psicoanalista francés Jacques Lacan (1901 – 1981) médico
psiquiatra y psicoanalista francés, designa esta fase del desarrollo psicológico
del niño comprendida aproximadamente entre los seis y los dieciocho meses de
edad. Este es el primero de sus escritos, considerado uno de sus trabajos más
importantes.
El fenómeno es fácilmente observable y se puede describir así: Cuando un niño se
reconoce por primera vez en el espejo, celebra la aparición de su imagen con un
gesto de alegría, de júbilo o de éxtasis.
El niño no ha visto nunca su cara, ni su cuerpo, es ahí en ese espejo ve que
hace morisquetas y movimientos, se reconoce y se desconoce casi al mismo tiempo,
porque aquello que reconoce no es él, sino que justamente sólo una imagen de él,
una imagen separada, una ilusión.
El niño se encuentra por vez primera capacitado para percibirse, o más
exactamente, percibir su imagen corporal de él en el espejo.
Al ocurrir el estadio del espejo el infante deja de angustiarse de sumo grado
ante la ausencia de la madre, pasando a poder regocijarse percibiéndose
reflejado, con un cuerpo propio (al que identificará con "su" yo).
El regocijo experimentado al observar su imagen es también un primer momento de
sentimiento de placer con su cuerpo, sin la directa asistencia de la madre.
Lacan observa que el gran júbilo que el niño experimenta al reconocerse es sin
embargo sólo efímero. Todo infante es como un apéndice de su madre, y ese es el
momento en que se reconoce y se desconoce casi al mismo tiempo, porque aquello
que reconoce no es él, sino que justamente sólo una imagen de él.
Una imagen separada, que no le pertenece. La completitud que observa es sólo un
engaño, una ilusión de sujeto completo que no es más que una imagen. Una figura
imaginaria de no fragmentación, engañosa. Aquello que el niño ve está fuera de
sí, no está en su cuerpo, sino en el espejo.
Lacan, consideró que el estadio del espejo, al que nos referíamos antes, es una
manifestación claramente narcisista en la que el sujeto se “enamora” al
descubrirse en ese espejo, y lo hace en forma de interiorización de otro que
resulta finalmente ser uno mismo. El sujeto llega a construir su identidad
gracias al otro.
Este fenómeno fue estudiado casi paralelamente por el psicólogo Henri Wallon
(1879-1962) fue un psicólogo profesor del Colegio de Francia y director de la
Escuela de Altos Estudios y Director del Instituto de Investigaciones
Psicobiológicas del Niño, de París, quien por primera vez describió la conducta
de los niños pequeños frente a un espejo, usando el término “Estadío” publicando
en 1934.
Lacan en 1935-36 apunta a las implicaciones del estadio del espejo para
la formación del yo, consistente en observar y controlar la manera en que el
niño va aprendinedo a reconocerse en la imagen proyectada, comenzando de esta
manera el proceso de identificación con la imagen semejante.
“El estadio del espejo” es considerado como la etapa primordial de una
identificación bajo el influjo de la relación materna, con reconocimiento de la
imagen del yo separada de la imagen de la madre, aunque dependiente de su
presencia. La caricia y la piel es el continente primero que va a actuar luego
como fundamento del espejo sobre la cual se apuntala su imagen.
El Dr Donald Woods Winnicott (1896 - 1971). Célebre pediatra, psiquiatra
y psicoanalista inglés. Dice que los ojos de la madre son el primer espejo en
que el niño se refleja y se ve a sí mismo al ser mirado por ella.
Estudios realizados por psicólogos y psiquiatras aportan varios datos
interesantes: En los orfanatos es necesario que se coloquen espejos, para que
los niños se reconozcan en él.
El estadio del espejo implica por ello una experiencia de división o escisión
del sujeto y se ha descubierto que es importante que no los haya en los
manicomios, ya que los internados pueden hacer brotes psicóticos al mirarse en
él.
Estas relaciones potenciales entre “El estadío del espejo” y las formas
arquetípicas reflejadas han sido exploradas por el arte en todas sus expresiones
por medio de teóricos de la literatura, cine, juegos informáticos, o
investigadores del cine.
.Lacan dice que ante el hecho de observar la imagen reflejada en el espejo, el
bebé lo asume de forma jubilosa, manifiesta la matriz simbólica en la que el yo
se precipita en una forma primordial, antes de objetivarse en la dialéctica de
la identificación con el otro y antes de que el lenguaje le restituya su función
de sujeto. © 2007
Susana Weingast
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