"Diversas formas de expresión en el Arte"
El movimiento siempre está presente en la Obra de Arte. En todos los actos
del pensamiento nada está absolutamente quieto, todo tiene un movimiento que
puede ser imperceptible, como una flor movida por la brisa o puede ser brusco,
como el choque de dos autos. A veces la representación del movimiento es muy
difícil porque se debe singularizar una sola imagen de todo el movimiento. Es
como sacar una fotografía con nuestra mente.
Según Rudolf Arnheim, se puede mimetizar o realizar ademanes descriptivos ya que
lo verbal no basta. Este ademán, muchas veces, singulariza un hecho y a la vez
retrata una acción. A menudo, cuando hablamos, el ademán acompaña a las
palabras, ejecuta la acción. Por ejemplo: ¿Cómo explicar algo pegajoso? o ¿cómo
explicar un choque, o la acción de empujar, o la acción de tirar, o el tamaño de
un pez recién pescado?
Cuando queremos representar dichas imágenes en un dibujo o en una pintura, no
tenemos otros ademanes que los gráficos. Es difícil representarlos, ya que
muchas veces condice con nuestro pensamiento o con nuestra emoción, otras veces
suele ser descriptivo de un hecho y al mismo tiempo puede ser metafórico.
Se han realizado estudios sobre los distintos ademanes de distintos grupos
étnicos. David Efron (en sus investigaciones) descubrió que los judíos, formados
por el estilo tradicional del pensamiento talmúdico, utilizan cuando hablan
ademanes en movimiento de zigzag y cuando dibujan, sus dibujos toman en el papel
la forma de un bordado.
Por el contrario, los inmigrantes italianos escasamente alfabetizados o de
medios agrícolas, reflejan un estilo de pensamiento mucho más simple,
manteniendo en sus dibujos caracteres lineales.
Volviendo a los ademanes, éstos acompañan la verbalización, actúan como en una
secuencia de pelea, si es una discusión. Por medio del ademán, metafóricamente,
los seres humanos tienen co-relación con los objetos, afirma la característica
de la forma y del movimiento, no sólo el movimiento del objeto sino también el
movimiento del pensamiento.
En el siglo XX se encuentra en la pintura el movimiento cinético, a partir del
nacimiento en el cine del cuadro por cuadro, es decir la imagen en movimiento
secuencial. Los dibujos animados, cuadro por cuadro, muestran el movimiento
secuencial logrando que la acción no se detenga.
A partir del cubismo surge una tendencia llamada cinética, en el que en una
misma pintura secuencial se nos muestra el movimiento de una persona, por
ejemplo, subiendo una escalera. Esto fue estudiado por muchos pintores, logrando
que la imagen, al ser única y al mismo tiempo secuencial, sea confusa.
Pablo Picasso, Joan Miró, Juan Gris, Francis Bacon, hicieron estos estudios
convirtiéndose más adelante en un movimiento pictórico.
De esta manera es muy difícil pasar a dibujo o pintura ademanes, como imágenes
que acompañan a la expresión del pensamiento y su secuencia, ya que las imágenes
mentales no pueden determinarse por ningún material de dibujo o color.
Cuando se representa, se dibuja el movimiento o la acción, no existe en el
cuadro ni la quietud de un paisaje ni la quietud de un retrato, existe el
movimiento del vuelo de un pájaro o del caminar de una persona.
No hay presente, ni pasado, ni futuro, sólo un intento de describir un acto, un
hecho en el cual no existe lo verbal, tampoco existe el ademán, sólo existe la
expresión gráfica para narrar una acción o expresar el movimiento. © 2004
Susana Weingast
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