"Diversas formas de expresión en el Arte"
Rudolf Arnheim en su primer ensayo “De lo espiritual en el Arte” comparte la
creencia de los teósofos en que el color y la forma tienen el poder de provocar
“vibraciones” que enriquecen el alma.
Diferentes culturas establecen equivalencias simbólicas distintas y hasta
opuestas: así como para Kandinsky el negro era ausencia de movimiento y por
tanto representación de la muerte, para la cultura del Antiguo Egipto, el negro
se asimilaba a la primera fase del ciclo vital, al nacimiento.
Podemos ver también que lo simbólico invade a la teoría específica del color y
pasa a ser hijo de su cultura y su expresión, formando equivalencias y
parámetros subjetivos.
En todas las épocas, han existido formas convencionales de usar el color; han
sido usadas por artistas, tomándolas, muchas veces, como punto de partida para
elaborar sus obras.
- La pintura medieval trabaja ciertas formas con determinados colores. Los
vestidos de la Virgen eran tratados con rojo y azul, que después heredarían los
pintores del Renacimiento italiano.
- En los templos de la Grecia clásica, asignaban colores determinados a algunas
partes de sus componentes arqui-tectónicos. Se puede ver en sus jarrones de
cerámica, rojos coronados con una banda negra y estrías blancas; nichos azules
encuadrados por columnas blancas, etc.
- Las distintas culturas, en los distintos períodos de la humanidad, han
establecido sistemas codificados de color basándose en símbolos diferentes.
La fantasía es un impredecible punto para la creatividad, carece de estructura,
de espacio y de tiempo, y permite que ideas y visiones se entremezclen en un sin
fin de formas.
El ritmo creativo se nutre investigando a través de los sueños, lo onírico,
empalma psicológicamente al individuo y a la corriente artística surrealista.
Los componentes inconscientes del arte, nos muestran representando un caos donde
también los dibujos carecen de estructuras precisas. Puede a veces querer
representar algo por una metáfora o con una paradoja siendo, por supuesto, muy
difícil ubicar esa fantasía en el tiempo y el espacio.
Anton Ehrenzweig en su teoría “El orden oculto del arte” explica que “la visión
inconsciente viene a ser un instrumento de rigurosa precisión y lleva a
resultados aceptables por la racionalidad consciente.”
Una vez resueltos los conflictos del inconsciente, la acción automática
transforma los impulsos inconscientes en un útil trabajo creador y creativo.
Este autor, compara la pintura con la música, en su manera de expresión y en su
comunicación no verbal. Hace estudios de cada color, comparándolo con las
melodías, los espacios de tiempo y como llega esa melodía al oyente, así como
llegan los cuadros con líneas y colores al espectador. Confronta los estudios de
la música, y de la pintura, ya sea clásica o moderna, en la expresión no verbal,
más allá de las épocas y en la Historia del Arte.
El estudio de la postura inconsciente del arte, y al mismo tiempo las técnicas
creativas por intuición o fantasía, estructura inversamente la realidad
exterior, creando de forma individual un orden interno oculto, sólo visto por un
símbolo o signo determinado.
En la creatividad, tanto la realidad externa como la interna se organizan
equitativamente, para poder integrar el dibujo o pintura a la propia
personalidad y a la intuición, técnica y mensaje creativo.
En la actualidad, cada artista ubica los colores y sus líneas en su cuadro, por
preferencias, formas de aplicación, maneras de plasmarlos, en una amplia gama de
tonalidades y armonías.
El arte plástico, con sus formas de expresión no verbal, es un lenguaje
universal, plagado de símbolos, de formas y colores, que constituyen un factor
dentro de la realidad cotidiana de los seres humanos.
Estas manifestaciones son de trascendencia en el mundo personal, en la Historia
Universal y en la cultura que les toca vivir, ya que el artista plasma y el
espectador capta la comunicación, ya sea positiva o negativamente, aceptándolo o
rechazándolo.
Quizás, lo más importante de todo, es que al ser universal la temporalidad
desaparece, marcando igual la comunicación necesaria para la comprensión.
No es necesario vivir en la misma época, ni pertenecer a la misma cultura ni a
las mismas pautas sociales, para comprender la parte simbólica que el Arte lleva
dentro de él. © 2005
Susana Weingast
© Susana Weingast – Todos los derechos reservados